sábado, septiembre 29

No es la número quince.

No me gusta esto, qué deprimente. Ahora sé por qué lo tengo olvidado. A decir verdad no sé por qué he vuelto. Demasiado tiempo libre, supongo. Hacía mucho que no lo sentía. No me malinterpretéis, no es que siempre esté súper ocupado y haciendo cosas increíbles. Supongo que hacía mucho que no sentía este tiempo "muerto", por llamarlo de alguna manera, vacío. En fin, visto lo visto, lo que escriba no va a ser continuista. Un poco de alegría, ¡coño! No sé quién nos programó, pero sí sé que lo malo se olvida y lo bueno se magnifica, y no creo que sea casualidad que lo hiciera así. ¡Aprovecha! Claro que hay épocas malas, baches que superar, vallas que saltar, lluvia de la que protegerse... todas las metáforas que quieras. Pero de eso se trata al fin y al cabo, ¿no? ¿Quién quiere una vida mediocre? ¿Sin dificultades, sin objetivos ni recompensas? Yo, desde luego que no. Me gusta ponerme metas y tratar de llegar a ellas, esforzándome al máximo en el proceso. Cualquiera lo diría después de leer lo que hay escrito aquí, ¿verdad? Puede que sea la prueba de que todo es pasajero, y con voluntad todo puede salir adelante. Sólo hay que querer. Y no, querer no es poder, pero ayuda, y mucho.

Bueno al lío, que yo venía aquí a hablar de mi libro... La verdad es que no sé a qué venía, supongo que a saludar :).
Solamente diré una cosa: no tengáis prisa (ya me decía mi madre que no es buena consejera...). Las cosas no se arreglan de hoy para mañana, llevan un poco más de tiempo. Lo que sí puedes cambiar  hoy es tu actitud, tu voluntad de avanzar. Para cambiar el mundo debes empezar cambiándote a ti mismo, y tú eres tu propio mundo. ¿Ves por donde voy? Eso sí, ve con cuidado, porque todo lo que quieres mucho, mucho, mucho, siempre se marcha. 
Y es por esto que esta vez voy con calma, muuuucha mucha calma. ;)


Oh, y feliz cumpleaños.